Acostado para dormir hago un chequeo de cómo está mi cuerpo, encuentro tenso:
⁃ Ambos pies, aferrados al borde de la cama
⁃ Mi mandíbula
⁃ No estoy dejando caer el peso de mi cabeza sobre la almohada, hay un ligero esfuerzo de mi espalda para no hacerlo.
⁃ Mis dedos de la mano izquierda
Fue un día “tranquilo” porque no pasó absolutamente nada y lo dediqué a descasar, pero en ningún punto me sentí “bien”.
Me encuentro triste, frustrado.
Quisiera hallar constancia en lo que hago, en mis emociones (cómo deseo un poco de estabilidad), en mis relaciones interpersonales y en “pareja”. Extraño mucho que me guste alguien.
Siento muchas ganas de dormir, pero no puedo. Quisiera un tiempo alejarme de absolutamente todo, sin embargo analizo ese deseo y en lugar de vacaciones es algo más como apagarme por un tiempo.
Siento que estoy perdido, no sé qué sigue, y a pesar de que intento enfocarme en las cosas que hago hoy, mis pasatiempos, mis búsquedas, mi trabajo, etc, me doy cuenta que es algo que hago más por no quedarme sin hacer nada, cuando en realidad me pesa casi cada una de esas actividades, y me lamenta no tener la motivación, las ganas, la felicidad de hacerlas y poder hacerlas.
Pudiera decir que he dejado de pensar activamente en la muerte, sin embargo en el fondo pienso que no tendré una vida larga, que moriré a una temprana edad dejándome llevar por algo, cáncer, enfermedades o quizá guiado por un impulso de suicidio. Es difícil visualizarme en el futuro porque creo que más bien pienso que no lo tendré.
Me repiten que a pesar de estos sentimientos y esta falta de estabilidad soy alguien funcional, pero la verdad es que yo no me siento así, empezando porque no sé qué hacer conmigo en ningún ámbito de mi vida. La realidad es que más bien me encuentro muy cansado. Muy cansado de verdad.
Pasa que no sé qué hago, ni quién en realidad soy, ni a dónde ir. Pasa que a veces siento que no puedo más, que quiero que todo esto termine.
Pasa que quiero sentirme bien, pero no pasa, a pesar del intento.